2

Haciendo hincapié en la dimensión preventiva de la detección de personas radicalizadas, la política penitenciaria belga contra la radicalización incluye una importante política de información. Se identifica a los actores que trabajan en las prisiones y que son capaces de mejorar el flujo de información. Entre ellos están los funcionarios de prisiones que documentan diariamente, mediante fichas de observación, todos los aspectos de la vida social e individual de los presos condenados o en espera de juicio por delitos de terrorismo, o identificados como radicalizados por la administración penitenciaria. Estos funcionarios de prisiones, que están en primera línea para detectar a los sospechosos de islamismo peligroso, también están atrapados en los mecanismos de negociación del orden penitenciario con los internos. Mediante un estudio etnográfico realizado en tres prisiones, este artículo muestra de qué manera la lucha contra la radicalización repercute en el papel de los agentes de seguridad penitenciarios y, más concretamente, pone de relieve los efectos del régimen de internamiento, según se trate de una política de concentración o de dispersión de los «grupos objetivo», en la gestión del orden penitenciario, así como en la dinámica relacional entre los internos y los vigilantes.