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F. Hayek parte de la observación científica de un orden natural dentro del caos ambiental a partir del cual el espíritu humano formaliza leyes. Estas leyes se construyen a partir de la identificación de diferencias y repeticiones entre los fenómenos percibidos por la sensorialidad. Esta clasifica, por sí misma, las mejores estrategias adaptativas para la especie, en función de las situaciones vividas y por venir. Esta clasificación es inconsciente, o para decirlo con Hayek, “superconsciente”, es decir, más allá o por debajo de nuestra toma de conciencia propiamente dicha. Una fenomenología de la hipnosis se inspira aquí en la importancia del proceso cognitivo de la atención para alcanzar paradójicamente esta “superconciencia” – lo que realiza, según nosotros, la imaginación y la sugestión – y desplegar mejor una sensorialidad interna obstaculizada por problemáticas psicopatológicas. Se presentan dos casos clínicos a modo de ilustración.