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Con raras excepciones en su historia, la sociología descuidó el estudio del amor hasta la aparición en 1982 de El amor como pasión de N. Luhmann. Desde entonces, ha habido una gran cantidad de trabajos teóricos y empíricos, así como importantes monografías sobre el tema. El tema de las emociones en el amor ha podido, de esta manera, ocupar un lugar central en nuestra disciplina. Siguiendo, precisamente, las líneas trazadas por la sociología, y partiendo de algunos de los recientes trabajos sociológicos que han analizado el amor en la sociedad española, intento mostrar cómo estos se institucionalizan, formalizan o «familiarizan»; las formas modernas de amar, es decir, románticas y confluentes; cómo coexisten estos dos tipos de amor y de qué manera lo hacen; cuáles son sus grados de prioridad primaria y secundaria; y, finalmente, trataré de explicar, a través de las diferentes visiones del amor romántico y del amor confluente, las causas de esta situación. Como veremos, las dos formas modernas de amar están presentes y conviven en la sociedad española: el amor romántico sigue siendo mayoritario, mientras que el amor confluente avanza sin institucionalizarse, según las diferentes concepciones del tiempo que subyacen a estas dos formas de amar.