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En el período de entreguerras, Alice Milliat (1884-1957), presidenta de la FSFSF (Fédération des Sociétés Feminines Sportifs de France) y de la FSFI (Federación Internacional de Deportes Femeninos), aceptó parcialmente una adaptación de las pruebas deportivas. continuar abogando por un deporte competitivo que se oponga a los deseos del COI (Comité Olímpico Internacional), de la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo) y muchos médicos. Marie-Thérèse Eyquem (1913-1978), quien dirige el deporte de las mujeres bajo el gobierno de Vichy, pone a disposición sus escritos a la autoridad que mantienen un discurso médico. Su trabajo principal, “ La mujer y el deporte”, está prefaciado por el Dr. Boigey, quien sigue el adagio aristotélico " tota mulier in utero".Después de la guerra, ella participa en la IAPESGW (Asociación Internacional de Educación Física y Deporte para Niñas y Mujeres), heredera de la FSFI en un marco de la ONU. A lo largo de sus carreras, las dos pioneras se enfrentarán al poder médico, incluidos los discursos que oscilan entre recetas y proscripciones sobre la puesta en marcha de los cuerpos de las mujeres. Los practicantes se adaptan en la elección en las modalidades de actividades practicadas, en las prácticas de (no) mezclar la elección de la dirección o formas, entre transgresión y compromiso, entre integración, reproducción o rechazo de normas y mandatos a la feminidad en las actividades físicas.