Reseñas. Silvia Sebastiani y Sylvie Steinberg (eds.), número especial «Animalité» [Animalidad], Clio. Femmes, genre, histoire, 55, 2022, 341 p.
Cattan, Boris
Reseñas. Silvia Sebastiani y Sylvie Steinberg (eds.), número especial «Animalité» [Animalidad], Clio. Femmes, genre, histoire, 55, 2022, 341 p. - 2025.
35
Este artículo analiza la historia de las diversas formas que adoptó la protección de las ranas en China entre los siglos XIX y XX. Las ranas son fáciles de capturar y se comen con frecuencia desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en virtud de su utilidad para eliminar las plagas de insectos en los campos, el anfibio empezó a ser protegido formalmente, y no sin dificultades, por decretos locales en las últimas décadas del siglo XIX. Desde las primeras dos décadas del siglo XX, la prohibición de su consumo se basó en nuevos motivos, que abarcaban ámbitos tan diversos como la moral, el bienestar animal y la ciencia. El trato que se daba a las ranas capturadas suscitó debates que se publicaron en los principales periódicos de Shanghái. En los años treinta, gracias al movimiento «Nueva Vida» (Xinshenghuo yundong, 新生活運動), los anfibios fueron objeto de atención política por parte de las estructuras de educación y propaganda del Partido Nacionalista. Declarada de interés nacional, la protección de la rana de campo se convirtió en uno de los arquetipos políticos del animal «útil», al tiempo que se impone como un tema recurrente de la literatura infantil, aficionada a las representaciones edificantes de animales. La diversidad de formas de actuación encaminadas a frenar el consumo de carne de rana es un claro reflejo de la aparición y el desarrollo de la protección de los animales en China a finales del siglo XX. Se basa, en particular, en un discurso emocional que dota a los animales que hay que proteger de una sensibilidad que, abundantemente explotada en una prensa cada vez más receptiva a esta dimensión, ha llegado a considerarse como una razón moderna para respetar la vida animal.
Reseñas. Silvia Sebastiani y Sylvie Steinberg (eds.), número especial «Animalité» [Animalidad], Clio. Femmes, genre, histoire, 55, 2022, 341 p. - 2025.
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Este artículo analiza la historia de las diversas formas que adoptó la protección de las ranas en China entre los siglos XIX y XX. Las ranas son fáciles de capturar y se comen con frecuencia desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en virtud de su utilidad para eliminar las plagas de insectos en los campos, el anfibio empezó a ser protegido formalmente, y no sin dificultades, por decretos locales en las últimas décadas del siglo XIX. Desde las primeras dos décadas del siglo XX, la prohibición de su consumo se basó en nuevos motivos, que abarcaban ámbitos tan diversos como la moral, el bienestar animal y la ciencia. El trato que se daba a las ranas capturadas suscitó debates que se publicaron en los principales periódicos de Shanghái. En los años treinta, gracias al movimiento «Nueva Vida» (Xinshenghuo yundong, 新生活運動), los anfibios fueron objeto de atención política por parte de las estructuras de educación y propaganda del Partido Nacionalista. Declarada de interés nacional, la protección de la rana de campo se convirtió en uno de los arquetipos políticos del animal «útil», al tiempo que se impone como un tema recurrente de la literatura infantil, aficionada a las representaciones edificantes de animales. La diversidad de formas de actuación encaminadas a frenar el consumo de carne de rana es un claro reflejo de la aparición y el desarrollo de la protección de los animales en China a finales del siglo XX. Se basa, en particular, en un discurso emocional que dota a los animales que hay que proteger de una sensibilidad que, abundantemente explotada en una prensa cada vez más receptiva a esta dimensión, ha llegado a considerarse como una razón moderna para respetar la vida animal.
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