Las relaciones entre Rusia, Irán y Turquía: entre los legados históricos comunes y los acuerdos contemporáneos
Therme, Clément
Las relaciones entre Rusia, Irán y Turquía: entre los legados históricos comunes y los acuerdos contemporáneos - 2018.
49
Las relaciones diplomáticas entre Rusia, Turquía e Irán se remontan al siglo XVI. Esta profundidad histórica de las relaciones entre los tres imperios no permite, sin embargo, hablar de un «retorno de los imperios» en Medio Oriente. Se trata de un fortalecimiento de la influencia regional de los tres países, debido a la retirada estadounidense de la zona iniciada por el presidente Obama, más que de la consecuencia de una política proactiva de los tres países. En efecto, frente al vacío dejado por los Estados Unidos, estas tres potencias han reforzado su influencia tanto para influir en el destino de Iraq desde 2003 como de Siria desde 2011, como para protegerse de los riesgos de contagio del caos regional. Sus acciones diplomáticas concertadas en torno a la crisis siria (el llamado proceso de Astaná) se están perfilando hoy como un proceso diplomático que a veces se presenta como alternativo o complementario según el punto de vista adoptado durante las negociaciones de Ginebra bajo la égida de las Naciones Unidas. Sin embargo, la influencia militar de estos tres países en Siria todavía está luchando por traducirse en una capacidad diplomática para llegar a una solución del conflicto.
Las relaciones entre Rusia, Irán y Turquía: entre los legados históricos comunes y los acuerdos contemporáneos - 2018.
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Las relaciones diplomáticas entre Rusia, Turquía e Irán se remontan al siglo XVI. Esta profundidad histórica de las relaciones entre los tres imperios no permite, sin embargo, hablar de un «retorno de los imperios» en Medio Oriente. Se trata de un fortalecimiento de la influencia regional de los tres países, debido a la retirada estadounidense de la zona iniciada por el presidente Obama, más que de la consecuencia de una política proactiva de los tres países. En efecto, frente al vacío dejado por los Estados Unidos, estas tres potencias han reforzado su influencia tanto para influir en el destino de Iraq desde 2003 como de Siria desde 2011, como para protegerse de los riesgos de contagio del caos regional. Sus acciones diplomáticas concertadas en torno a la crisis siria (el llamado proceso de Astaná) se están perfilando hoy como un proceso diplomático que a veces se presenta como alternativo o complementario según el punto de vista adoptado durante las negociaciones de Ginebra bajo la égida de las Naciones Unidas. Sin embargo, la influencia militar de estos tres países en Siria todavía está luchando por traducirse en una capacidad diplomática para llegar a una solución del conflicto.
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