¿Qué acción psicoeducativa puede haber contra la radicalización violenta en jóvenes judicializados?
Glowacz, Fabienne
¿Qué acción psicoeducativa puede haber contra la radicalización violenta en jóvenes judicializados? - 2020.
74
The violent radicalisation of the young is a complex multi-factorial phenomenon. It can be decoded on the basis of feelings of social frustration, injustice and discrimination, together serving to weaken confidence in the possibility of a just response by society. The radical group can then appear to the most vulnerable young people, those unsettled about their identity, as the organisation that answers to their needs. The jihadist struggle offers the sentiment of belonging to a common cause and a way of discovering the meaning of events. When the courts of justice take measures to have minors placed in institutions for radicalised youth, aside from any question of the use of doing this and the risks it may pose to existing structures, there is a duty to think through the psycho-educational measures that can be brought to bear. The first stage in the context of protection and prevention is to avoid treating them as a special case, so as to steer clear of the danger of stigmatising and victimising them over again. Taking these young people in charge depends on targeting the needs that led them to involvement in violent radicalism in the first place. Their pursuit of a direction in life, of security, of a coherent understanding, of social recognition and self-control, all have to be transformed to meet the objectives of the psycho-educational action taken in the course of the placement. Apart from its containing and structuring dimension, the nature and the rationality of this involvement and the coherence of the pluridisciplinary and multicultural educational team have to give the young people the opportunity of identifying themselves in new ways and building relationships that will help them disengage from the processes of radicalisation. La radicalización violenta de los jóvenes es un fenómeno complejo y multidimensional. Puede ser descifrado a partir de sentimientos de frustración social, injusticia, discriminación, que debilitan la creencia en una respuesta posible y justa para la sociedad. En este contexto, para los jóvenes más vulnerables y de identidad difusa, los grupos radicales pueden aparecer como una estructura que responde a sus necesidades, en particular a través del sentimiento de pertenencia a una causa común y de proveedor de sentido a través del combate yihadista. Cuando la justicia adopta medidas de internamiento en instituciones de menores radicalizados, más allá de las cuestiones relativas al interés y riesgos de integrar a estos jóvenes en estructuras existentes, la naturaleza misma de las intervenciones psicoeducativas debe de ser repensada. La desespecialización de la intervención es una primera etapa en un contexto de protección y prevención, que permite evitar el riesgo de una estigmatización y victimización secundarias. La acogida de estos jóvenes debe construirse a partir de la identificación de las necesidades de menores que se han implicado de forma previa en una radicalización violenta. La búsqueda de sentido, de seguridad, de coherencia, de reconocimiento, de dominio de sí, se transforman en objetivos para las acciones psico-educativas en el internamiento. Además de la dimensión que contiene y estructura el internamiento, la naturaleza y lógicas seguidas por las acciones propuestas y la consistencia del equipo educativo pluridisciplinar y multicultural ofrecen a los jóvenes la oportunidad de nuevas identificaciones y los vínculos que permitan la desimplicación en procesos de radicalización.
¿Qué acción psicoeducativa puede haber contra la radicalización violenta en jóvenes judicializados? - 2020.
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The violent radicalisation of the young is a complex multi-factorial phenomenon. It can be decoded on the basis of feelings of social frustration, injustice and discrimination, together serving to weaken confidence in the possibility of a just response by society. The radical group can then appear to the most vulnerable young people, those unsettled about their identity, as the organisation that answers to their needs. The jihadist struggle offers the sentiment of belonging to a common cause and a way of discovering the meaning of events. When the courts of justice take measures to have minors placed in institutions for radicalised youth, aside from any question of the use of doing this and the risks it may pose to existing structures, there is a duty to think through the psycho-educational measures that can be brought to bear. The first stage in the context of protection and prevention is to avoid treating them as a special case, so as to steer clear of the danger of stigmatising and victimising them over again. Taking these young people in charge depends on targeting the needs that led them to involvement in violent radicalism in the first place. Their pursuit of a direction in life, of security, of a coherent understanding, of social recognition and self-control, all have to be transformed to meet the objectives of the psycho-educational action taken in the course of the placement. Apart from its containing and structuring dimension, the nature and the rationality of this involvement and the coherence of the pluridisciplinary and multicultural educational team have to give the young people the opportunity of identifying themselves in new ways and building relationships that will help them disengage from the processes of radicalisation. La radicalización violenta de los jóvenes es un fenómeno complejo y multidimensional. Puede ser descifrado a partir de sentimientos de frustración social, injusticia, discriminación, que debilitan la creencia en una respuesta posible y justa para la sociedad. En este contexto, para los jóvenes más vulnerables y de identidad difusa, los grupos radicales pueden aparecer como una estructura que responde a sus necesidades, en particular a través del sentimiento de pertenencia a una causa común y de proveedor de sentido a través del combate yihadista. Cuando la justicia adopta medidas de internamiento en instituciones de menores radicalizados, más allá de las cuestiones relativas al interés y riesgos de integrar a estos jóvenes en estructuras existentes, la naturaleza misma de las intervenciones psicoeducativas debe de ser repensada. La desespecialización de la intervención es una primera etapa en un contexto de protección y prevención, que permite evitar el riesgo de una estigmatización y victimización secundarias. La acogida de estos jóvenes debe construirse a partir de la identificación de las necesidades de menores que se han implicado de forma previa en una radicalización violenta. La búsqueda de sentido, de seguridad, de coherencia, de reconocimiento, de dominio de sí, se transforman en objetivos para las acciones psico-educativas en el internamiento. Además de la dimensión que contiene y estructura el internamiento, la naturaleza y lógicas seguidas por las acciones propuestas y la consistencia del equipo educativo pluridisciplinar y multicultural ofrecen a los jóvenes la oportunidad de nuevas identificaciones y los vínculos que permitan la desimplicación en procesos de radicalización.
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