Las imágenes –y discursos– míticas, icónicas, bellas y estéticas en la práctica psicoanalítica
Oppenheim, Daniel
Las imágenes –y discursos– míticas, icónicas, bellas y estéticas en la práctica psicoanalítica - 2021.
94
El autor se apoya en tres imágenes de la película Gritos y susurros para diferenciar las míticas de las icónicas y las bellas de las estéticas. Lo dicho sobre ellas es también aplicable a las palabras. Los cuatro tipos de imágenes están presentes en los discursos de los analizantes y es útil distinguirlos a fin de hacer un buen uso de las unas y sortear las trampas de las otras. Dos ejemplos van a ilustrarlo. La imagen mítica remite a mitos que forman parte tanto de nuestra cultura como de la infancia: la Pietà, la muerte, la Nada, los muros, la errancia, el grito… La violencia de su irrupción, como la de la bella imagen, introduce una ruptura en la continuidad del discurso del paciente y de la escucha del analista, fugazmente los atrae más lejos hacia la otra escena. La imagen icónica, violenta, objeto fijo, sin polisemia, tomado de la reserva cultural ideológica o comercial actual, quiere convencer sin discusión. La imagen estética, también con una intención defensiva, intenta seducir al analista, adormecer su vigilancia.
Las imágenes –y discursos– míticas, icónicas, bellas y estéticas en la práctica psicoanalítica - 2021.
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El autor se apoya en tres imágenes de la película Gritos y susurros para diferenciar las míticas de las icónicas y las bellas de las estéticas. Lo dicho sobre ellas es también aplicable a las palabras. Los cuatro tipos de imágenes están presentes en los discursos de los analizantes y es útil distinguirlos a fin de hacer un buen uso de las unas y sortear las trampas de las otras. Dos ejemplos van a ilustrarlo. La imagen mítica remite a mitos que forman parte tanto de nuestra cultura como de la infancia: la Pietà, la muerte, la Nada, los muros, la errancia, el grito… La violencia de su irrupción, como la de la bella imagen, introduce una ruptura en la continuidad del discurso del paciente y de la escucha del analista, fugazmente los atrae más lejos hacia la otra escena. La imagen icónica, violenta, objeto fijo, sin polisemia, tomado de la reserva cultural ideológica o comercial actual, quiere convencer sin discusión. La imagen estética, también con una intención defensiva, intenta seducir al analista, adormecer su vigilancia.
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