¿Quieres deshacerte de este cuerpo que huele a muerte? Ética y estética del cuerpo en Michel Onfray
Gleyse, Jacques
¿Quieres deshacerte de este cuerpo que huele a muerte? Ética y estética del cuerpo en Michel Onfray - 2020.
72
La filosofía de Michel Onfray hace hincapié en el cuerpo. ¿Pero de qué cuerpo se trata? Con seguridad no es un cuerpo sufriente y torturado: crístico o el cuerpo peyorativo de la religión cristiana, menos aún un cuerpo etéreo privado de sus sentidos, cuerpo celestial y abstracto. Por el contrario, se parece más al cuerpo de los cínicos, de los cirenaicos o de los epicúreos, un cuerpo nietzscheano o «la mettrien» que da amplio espacio a al menos cuatro de los cinco sentidos, el erotismo y la sensualidad. Se trata de un organismo que rechaza la jerarquía habitual de los sentidos, desde el olfato (sentido menor) hasta la vista (sentido mayor), y la invierte, dando un lugar privilegiado al gusto y al olfato y poniendo el oído y la vista a distancia o, al menos, en el lugar que merecen, según el autor. Sin embargo, hay un sentido que no está muy presente en la obra de Onfray: el tacto o, más bien, el tacto cuando se trata de que el propio filósofo sea tocado. Aquí es donde se desarrolla la táctica del puerco espín o del erizo. Por todo ello, queda, utilizando la metodología de El vientre de los filósofos, comprender la génesis de este cuerpo hedonista solar, este cuerpo que rechaza la muerte y el limbo y al crucificado.
¿Quieres deshacerte de este cuerpo que huele a muerte? Ética y estética del cuerpo en Michel Onfray - 2020.
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La filosofía de Michel Onfray hace hincapié en el cuerpo. ¿Pero de qué cuerpo se trata? Con seguridad no es un cuerpo sufriente y torturado: crístico o el cuerpo peyorativo de la religión cristiana, menos aún un cuerpo etéreo privado de sus sentidos, cuerpo celestial y abstracto. Por el contrario, se parece más al cuerpo de los cínicos, de los cirenaicos o de los epicúreos, un cuerpo nietzscheano o «la mettrien» que da amplio espacio a al menos cuatro de los cinco sentidos, el erotismo y la sensualidad. Se trata de un organismo que rechaza la jerarquía habitual de los sentidos, desde el olfato (sentido menor) hasta la vista (sentido mayor), y la invierte, dando un lugar privilegiado al gusto y al olfato y poniendo el oído y la vista a distancia o, al menos, en el lugar que merecen, según el autor. Sin embargo, hay un sentido que no está muy presente en la obra de Onfray: el tacto o, más bien, el tacto cuando se trata de que el propio filósofo sea tocado. Aquí es donde se desarrolla la táctica del puerco espín o del erizo. Por todo ello, queda, utilizando la metodología de El vientre de los filósofos, comprender la génesis de este cuerpo hedonista solar, este cuerpo que rechaza la muerte y el limbo y al crucificado.
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