Cuando una mujer conquista el espacio masculino de la inpección. Caso de Lilyane Forestier (1964-1991)
Lebossé, Clémence
Cuando una mujer conquista el espacio masculino de la inpección. Caso de Lilyane Forestier (1964-1991) - 2019.
7
Esta contribución tiene como objetivo descubrir la conquista, a principios de la década de 1960, del espacio masculino: la Inspección de la Juventud y el Deporte (en 1964) y luego la inspección de la educación a cargo de educación física y deportes (en 1976). Lilyane Forestier, de origen popular y profesora de EPS de la ciudad de París presenta un camino a priori poco probable y por lo tanto... Crea y aprovecha las oportunidades mientras desarrolla “estrategias de género”, logra escalar para defender una concepción de una EPS que a veces se presenta como una contra corriente que contribuye de cierta manera a prolongar una visión diferencialista de los individuos. Habiendo conquistado gran parte de los espacios masculinos de inspección, obtuvo un grado de libertad y autonomía del experimentado inspector. Pero esta aparente autonomía es también una forma de poder que al final le permite ejercer una forma de dominación, especialmente en términos de jerarquía entre los sexos. Jubilada como inspectora en 1991, permanece cerca de la inspección general, en la cual Yvonne Surrel se jubila en 1977 siendo la primera mujer nombrada en 1961.
Cuando una mujer conquista el espacio masculino de la inpección. Caso de Lilyane Forestier (1964-1991) - 2019.
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Esta contribución tiene como objetivo descubrir la conquista, a principios de la década de 1960, del espacio masculino: la Inspección de la Juventud y el Deporte (en 1964) y luego la inspección de la educación a cargo de educación física y deportes (en 1976). Lilyane Forestier, de origen popular y profesora de EPS de la ciudad de París presenta un camino a priori poco probable y por lo tanto... Crea y aprovecha las oportunidades mientras desarrolla “estrategias de género”, logra escalar para defender una concepción de una EPS que a veces se presenta como una contra corriente que contribuye de cierta manera a prolongar una visión diferencialista de los individuos. Habiendo conquistado gran parte de los espacios masculinos de inspección, obtuvo un grado de libertad y autonomía del experimentado inspector. Pero esta aparente autonomía es también una forma de poder que al final le permite ejercer una forma de dominación, especialmente en términos de jerarquía entre los sexos. Jubilada como inspectora en 1991, permanece cerca de la inspección general, en la cual Yvonne Surrel se jubila en 1977 siendo la primera mujer nombrada en 1961.
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