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Tras las elecciones europeas de mayo de 2019, los partidos de extrema derecha vieron triplicarse sus escaños en el Parlamento Europeo en comparación con las elecciones de 2014. Este resultado confirma que, en toda Europa, los partidos ultranacionalistas y populistas están progresando y entrando a formar parte democráticamente de las instituciones que nos gobiernan. Sin embargo, no hay que hacerse ilusiones sobre el perfil de estos partidos, como muestra aquí André-Yves Portnoff utilizando el ejemplo italiano: sólo tienen argumentos democráticos en apariencia y son expertos en manipular a las multitudes y la verdad. Lo mismo ocurre con los neofascistas italianos que, a través de una relectura muy personal de la historia y del pasado mussoliniano, transmiten «contraverdades» y utilizan la desinformación para atraer votos, mientras mantienen sistemas de colusión y corrupción muy alejados de su discurso virtuoso. Este «Foro» tiene como objetivo desmantelar estas estratagemas y advertir sobre métodos que podrían extenderse a otros movimientos extremistas.