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Los lugares de acogida para niños y padres (LAEP, por sus siglas en inglés) son un dispositivo adecuado para apoyar la creación de la parentalidad y reforzar los lazos afectivos entre padres e hijos. Estos espacios ofrecen un entorno seguro y acogedor donde los niños y los padres pueden explorar, interactuar y relacionarse a su propio ritmo. El personal de acogida adopta una postura no directiva basada en la escucha, la observación y la empatía, que se centra en la actividad propia de los niños y favorece el desarrollo de su autonomía. Esto contribuye a la creación de la parentalidad y al fortalecimiento de la relación entre padres e hijos. Este dispositivo forma parte de un enfoque inclusivo que acoge todas las formas de parentalidad y permite prevenir el aislamiento social.