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Este artículo entra en diálogo con el libro de Bernard Lahire Les Structures fondamentales des sociétés humaines [Las estructuras fundamentales de las sociedades humanas] (París: La Découverte, 2023) que, al vincular a Marx con Darwin, podría conducir a una profunda renovación del marxismo. Su axioma es que el binomio naturaleza-cultura no puede bastar para el estudio de la especie humana y que el mundo de la vida no es solo accesible a través del tríptico natural-social-cultural. Esta «socialidad» animal es estimulada por la larga dependencia del niño respecto a la madre, determinando una relación entre conocimiento y dominación que impregnará el conjunto de las instituciones humanas. J. Bidet relaciona esta investigación con la de Florian Mazel sobre la dominación eclesiástica en la protomodernidad, y con las aportaciones de Foucault y Bourdieu al entendimiento de «la estructura fundamental de la sociedad moderna», donde las relaciones de mercado están vinculadas a la organización jerárquica. Esta es, en el lenguaje de Lahire, la «invariante» en torno a la cual, hasta el día de hoy, se entienden sus «variaciones» y se concibe su potencial revolucionario.