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Partiendo de la importancia de la materialidad del cadáver en los ritos funerarios de la antigua Grecia, este artículo aborda los problemas específicos que plantean la recuperación y el tratamiento funerario de los cuerpos de los soldados muertos en guerra. Se tiene en cuenta una triple especificidad de la mortalidad militar: la inusual abundancia de cadáveres que hay que atender; la articulación entre la cruda corporeidad del cadáver y la fuerte carga simbólica asociada al mismo; y, por último, la oposición entre el carácter privado de la muerte y la dimensión colectiva de su gestión en tiempo de guerra. Se trata de mostrar cómo el tratamiento funerario de los muertos de guerra llegó a constituir, desde los tiempos arcaicos y especialmente en la época clásica, un elemento fundamental en la negociación de formas flexibles de afiliación a la comunidad política, en respuesta a una doble evolución de las categorías jurídicas y de las técnicas militares que se produjo en el siglo V a.C. El control del cadáver del soldado se convirtió entonces en un poderoso instrumento para la definición y cohesión de las póleis, no sólo en el campo de batalla frente al enemigo, sino también en la ciudad, para hacer frente a los momentos de mayor tensión. A través del problema técnico que plantea el tratamiento de los cadáveres de los soldados, se aprehenden las representaciones políticas de la muerte en y por la ciudad, y los mecanismos de control de la ciudad en guerra.