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Este artículo repasa la historia de la olfatometría desde el siglo XIX hasta la actualidad. El fisiólogo holandés Hendrik Zwaardemaker (1857-1930) inventó el olfatómetro en 1888 y su trabajo se describe en detalle aquí. A partir de entonces, muchos fisiólogos y psicólogos europeos y americanos empezaron a utilizar su instrumento. Sin embargo, la comunidad científica francesa mostró dudas respecto al nuevo aparato de Zwaardemaker, por lo que el psicofisiólogo Charles Henry (1859-1926) construyó su propio olfatómetro. Como Jacques Passy (1864-1898) consideraba que el de Henry no era adecuado para medir los umbrales de percepción de los olores, desarrolló una nueva técnica de medición que adoptaron muchos investigadores después de él. La invención en 1904 del osmiestesiómetro por Edouard Toulouse y Nicolae Vaschide procede directamente de los trabajos experimentales de Passy en la década de 1890. Hoy, la evaluación del rendimiento olfativo sigue requiriendo el uso de la olfatometría, desde formas sencillas (prueba olfativa con frascos) hasta dispositivos más complejos (envío de odorantes a la nariz). El olfatómetro de Zwaardemaker ya no se utiliza, pero muchos instrumentos o métodos derivan de esta primera invención.