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En 2019, más de diez millones de estudiantes de secundaria participaron en el Gaokao, el «Examen Nacional de Ingreso a la Educación Superior» de China. Tras esta prueba, según su clasificación, los jóvenes chinos se distribuyen en universidades de muy diferente prestigio. Se dice que este examen «es decisivo para la vida de cualquiera». ¿Cómo fundamentan los parámetros del examen la justicia social que se supone deben asegurar? A partir de estudios etnográficos y entrevistas en dos escuelas secundarias de Pekín, este artículo sostiene que Gaokao encarna una ideología meritocrática que aspira a que las expectativas de cada uno sean formuladas en función del esfuerzo que se esté dispuesto a hacer. Las desigualdades en el sistema educativo, ya sean por las condiciones materiales o simbólicas ofrecidas por cada escuela secundaria, según su estatus, tienen un impacto directo en la motivación y en la capacidad de trabajo de los estudiantes y, en última instancia, en su rendimiento en este examen. Trazan los límites imaginarios del futuro posible de los estudiantes y reproducen las desigualdades sociales.