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‪De enero de 1835 a febrero de 1837, la congregación romana del Index censura Le nouveau monde industriel et sociétaire (1829) de Charles Fourier, así como las siete obras de los discípulos de Saint-Simón y de Fourier. La apertura de los archivos del Index permite saber por qué y cómo el Papado examinó y condenó al primer socialismo francés. Si el sansimonismo es objeto de una reprobación inmediata, el pensamiento de Fourier y sus alumnos sumerge a los censores romanos en la estupefacción e indignación. Estos son alterados por su cosmogonía, su modelo de organización social, su rehabilitación de las pasiones y su proyecto de sociedad perfecta en esta tierra. Ellos reprueban, asimismo, la inversión de sentido en la interpretación de la Escritura y asimilan el falansterio con “un monasterio al revés”. Roma toma, así, por primera vez, conocimiento del profundo “deseo de renovación” (cose nuove, rerum novarum) que se expande a través de la nueva sociedad industrial del siglo xix.‪