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Los artistas nos preceden, decía Freud. Y como estudió Lacan, con Joyce o con el Hamlet de Shakespeare, el proceso creativo puede proporcionar una nueva salida a los mecanismos íntimos de las diversas estructuras psíquicas. ¿Qué podemos aprender de Shiki, el creador del haiku moderno a principios de la era Meiji? Este artículo pretende seguir su proceso. Aquejado de tuberculosis espinal y atormentado por el dolor, la escritura de Shiki fluye como un estado de ánimo corporal. Esta experiencia vivida de las palabras puestas en escena, de las palabras que se hacen equivalentes a los sonidos del mundo, abre el camino al haiku shikiano. Parte del dolor, de su sensación a su percepción, e intenta plasmarlo a través del trabajo de la letra. Situándose en el plano de los objetos voz y mirada, lleva a cabo entonces un trabajo de metamorfosis. Esta aventura de creación fue su ética vital hasta la muerte.