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Entre 1822 y 1824, Micaela Mutis, sobrina de don José Celestino Mutis, libró una intensa batalla legal contra su marido para conseguir la custodia de su hijo ilegítimo y reclamar sus derechos como ciudadana en la nueva República de Colombia; paradójicamente, fue condenada por el nuevo Estado en virtud de las leyes del recién abandonado Imperio Español. Este caso, descubierto y analizado por la historiadora Aída Martínez Carreño, muestra la necesidad de reinterpretar el papel de las mujeres en la historiografía colombiana y la relación entre la vida privada y la vida pública y política de muchas de ellas, que fueron animadas a convertirse en ciudadanas por su compromiso con la causa patriótica. En los últimos años, investigadoras como Judith González y Martha Lux han contribuido a la historia de las mujeres en Colombia con resultados que discuten y demuestran, una vez más, que el papel desempeñado por las mujeres en este período dista mucho del papel pasivo que la historiografía tradicional, predominantemente masculina, les ha otorgado.