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«Tenemos una sexualidad desde el siglo XVIII, un sexo desde el XIX. Antes, probablemente teníamos carne» (Foucault 1977, 133). En este artículo examinamos de qué manera, en el siglo XXI, la «identidad de género o sexual», al imponer su verdad del sexo y sobre el sexo, intenta anular todas las construcciones teóricas sobre la sexualidad y oponerse a las concepciones freudianas y foucaultianas. Gracias a Foucault, en la continuidad de las tesis freudianas, consideramos cómo la identidad de género introduce en última instancia un totalitarismo cultual, una «gubernamentalidad» (Foucault) afín a un discurso totalitario. Nuestro trabajo sigue el largo desarrollo de las tesis foucaultianas sobre el sexo y la sexualidad y se confronta con los discursos más recientes sobre el sexo (confesiones, revelaciones, salidas del clóset, linchamientos mediáticos, etc.) o con las situaciones clínicas más íntimas que cuestionan estas relaciones entre sexualidad, verdad y subjetividad.