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Cuando las ciencias sociales estudian la venganza de los «jóvenes del barrio» lo consideran a veces como un sistema vengativo a veces como un código de honor, borrando al hacerlo, lo que el sentimiento vengativo y e odio tiene que enfrentar una situación. o. Antes de someterse a un comando, la venganza es un susto sensorial. Un enfoque fenomenológico de la venganza nos permite comprender lo que la obligación moral se debe a la influencia de los estados de ánimo que están en la raíz de un tono emocional y ético. Esta propagación de atmósferas se extiende a lo largo de una secuencia cronológica que, mediante claves sucesivas, allana el camino para el surgimiento del régimen moral del imperativo «Ojo por ojo, diente por diente». Primero, la «atmósfera de mierda» del vecindario. Entonces, el impacto de ver a un amigo morir ante sus ojos. Finalmente, el cuidado secular y religioso de los muertos.