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Este artículo aplica a la pareja y a la familia dos grandes conceptos de las relaciones, la donación y el ágape. La donación de uno de los miembros crea un sentimiento de deuda en el receptor y el deseo en este de ofrecer un contrarregalo para «saldar» esta deuda. Los regalos materiales y sentimentales, la disponibilidad, la atención... todo entra en juego. Pueden dar lugar a la gratitud, la fidelidad y el reconocimiento mutuo, pero también al control, la sumisión y el sacrificio; es decir, pueden ser beneficiosos y permitirnos crecer o, por el contrario, pueden paralizar, infantilizar o incluso impedirnos existir. Menos conocido, el ágape es la donación sin nada a cambio; inspirado por un amor en principio desinteresado, merece ser tenido en cuenta. El autor ilustra estas ideas con casos de análisis individual y de pareja y de supervisión institucional.