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Una unidad «protegida» y no «cerrada» del Établissement d'Hébergement pour Personnes Âgées Dépendantes (Alojamiento para personas mayores dependientes, EHPAD) para personas con una patología cognitiva puede tener beneficios reales para el sujeto: tranquilidad debido a la presencia de cuidadores, reducción de las angustias y preservación de la palabra a través del vínculo social. Sin embargo, debe realizar todo un trabajo en equipo con las familias para borrar la representación, potencialmente negativa, de sentimientos de confinamiento y de pérdida de la intimidad. Algunos residentes también pueden expresar, verbalmente o a través de sus acciones, su deseo de abandonar un espacio cerrado y protegido. En este sentido, es responsabilidad de los equipos proponer acompañantes individualizados para el exterior. La inmovilización en el EHPAD, ya sea física o medicamentosa, sólo se lleva a cabo por prescripción médica, previa consideración del beneficio/riesgo de dicha inmovilización para el sujeto. Por último, la institucionalización puede ser experimentada por algunos como un «confinamiento», una pérdida de su vida anterior, lo que se ilustrará con una viñeta clínica.