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Este estudio longitudinal presenta un examen de los datos de 2767 menores que tuvieron un seguimiento durante dos años, evaluados en alfabetización temprana a los cuatro años (HabLit4a) y luego en lectura a los seis años (HabLec6a). HabLit4a se evaluó con tres pruebas —conocimiento del nombre de las letras, habilidades fonológicas y vocabulario— y HabLec6a con cuatro pruebas —segmentación fonémica, lectura de palabras, comprensión auditiva y comprensión lectora—. También se examinó el peso de tres variables sociodemográficas —el nivel de educación parental (NEP), el ingreso familiar (RF) y las prácticas parentales de alfabetización (PrParLit)— y de dos variables individuales —la edad y el género—. Los resultados de un análisis de ecuaciones estructurales muestran un fuerte vínculo (.68) entre HabLit4a y HabLec6a. Todas las variables tienen un impacto directo en el rendimiento a los cuatro años y el NEP tiene el mayor peso (.25) en HabLit4a. El efecto de la edad en las competencias es favorable a los niños mayores y a las niñas. Las cinco variables también tienen un efecto indirecto sobre HabLec6a a través de HabLit4a: .17 para NEP y edad. Más allá de los resultados esperados, que están en consonancia con lo observado en otras lenguas, cabe destacar que en este estudio se han tenido en cuenta dos variables socioeconómicas, NEP y RF: los resultados muestran que el nivel de educación parental es el que más influye en el nivel de lectura alcanzado en primer grado.