56

Las habilidades motoras infantiles desempeñan un papel predominante en todos los niveles de desarrollo, y cualquier déficit motor no solo puede repercutir en la propia función motora, sino también desencadenar anomalías en el desarrollo de la coordinación visomotora, la orientación espacial, el lenguaje, la interacción social, la atención visual conjunta y la construcción de las emociones del niño. Esta cuestión es especialmente delicada en los bebés, para los que existe un mayor riesgo de anomalías neuromotoras, que van desde el déficit sensomotor menor hasta trastornos del neurodesarrollo. Esta introducción examina las razones por las que la comunidad científica sigue subestimando a menudo el papel de las habilidades motoras y expone los argumentos para diagnosticar, prevenir e intervenir lo antes posible en los niños con riesgo de déficit motor. Basándose en el conocimiento especializado de Evelyne Soyez-Papiernik, fisioterapeuta y osteópata especializada en estos temas, se elabora una serie de recomendaciones para mejorar el diagnóstico y la atención de los niños con riesgo de discapacidad. Estas recomendaciones destacan en particular 1) la necesidad de distinguir entre un problema motor vinculado a un patrón musculoesquelético defectuoso y un problema motor vinculado a un posible trastorno del neurodesarrollo, y 2) la importancia de utilizar métodos específicos para situar al niño en un contexto máximo con el fin de evaluar sus capacidades motoras. Estas recomendaciones subrayan la importancia de un enfoque multidisciplinar, con especial experiencia en neurología pediátrica y anatomía del cuerpo en movimiento, a la hora de evaluar un trastorno motor.