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En Francia, desde la década de 2000, las autoridades públicas han tomado medidas a favor de la electromovilidad en respuesta a los desafíos energéticos/climáticos. Operadores públicos o privados, nuevos o históricos, despliegan estaciones de recarga para vehículos eléctricos en el territorio a diferentes escalas. Este artículo lleva a cabo un estudio espacial de las modalidades de este despliegue con un enfoque sobre dos territorios de montaña. Cuestiona la construcción de las lógicas diferenciadas que contribuyen a una organización desigual de estos equipamientos y cuestiona la necesidad de coordinación de los actores públicos y privados en la electromovilidad mediante la gobernanza multinivel para una organización espacial coherente del servicio de recarga para vehículos eléctricos.