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El mes de mayo de 2017 estuvo marcado por un ciberataque a escala internacional que afectó a la vez a empresas, organismos públicos, etc., y mostró la gran vulnerabilidad de nuestros contemporáneos ante el sistema técnico actual. La relación entre el hombre y la técnica es un elemento estructurador de nuestra civilización, y lo ha sido durante siglos, si no milenios. Sin embargo, los fulgurantes progresos que hemos presenciado desde mediados del siglo XX en el campo de la ciencia y la tecnología, y la ampliación de su alcance para incluir las comunicaciones, las relaciones humanas e incluso el propio cuerpo humano, están planteando cada vez más preguntas. De ahí el interés del análisis aquí propuesto por Thierry Gaudin sobre las relaciones entre la técnica y la sociedad desde una perspectiva a largo plazo: ¿qué nos dice el pasado sobre estas relaciones y la forma en que se desarrolla y difunde la cultura técnica? ¿Cuáles han sido y cuáles son las fuerzas motrices del progreso técnico hoy en día, y qué revelan sobre nuestras organizaciones humanas? ¿Cómo se puede prever el desarrollo futuro del progreso técnico, que depende ya más de las empresas multinacionales de información que de los estados, y cuyo principal motor es la manipulación de las mentes? En este contexto, ¿estamos irremediablemente condenados a seguir la evolución del sistema técnico, o todavía hay salidas «por arriba», para la sociedad, de este sistema que está trastocando los intercambios económicos y las relaciones humanas?