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El aumento del voto ecologista en la segunda vuelta de las elecciones municipales en Francia (aunque debería ponerse en perspectiva debido a la baja participación) es indudablemente indicativo de la creciente preocupación de nuestros contemporáneos por las cuestiones ambientales, en particular el calentamiento climático y la pérdida de biodiversidad, que también se refleja en la mayor parte de los trabajos sobre «el mundo del mañana». ¿Deberían estas preocupaciones ser inmediatamente asimiladas a la corriente partidaria del decrecimiento económico? Esta no es la opinión de Guillaume Benoit, quien muestra aquí cómo la tierra, el agua y la agricultura, además de sus funciones alimentarias y socioculturales, pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible. El autor demuestra los inagotables recursos que la naturaleza podría proporcionar si la cuidamos adecuadamente, lo cual es indispensable para la resolución de muchos de los desafíos que nuestros contemporáneos y sus descendientes están y estarán enfrentando. H. J.