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A finales de 2019, Jean-François Drevet dio la voz de alarma, en estas columnas (nº 433), sobre los riesgos que corría la Unión Europea al no comprometerse en la construcción de una verdadera defensa común. Ante las diversas tensiones con Turquía y el debilitamiento del papel de la Alianza Atlántica, con el telón de fondo de la desvinculación estadounidense, la Unión ya no puede conformarse con el soft power que le dio su reputación hasta ahora. Por un lado, esta política, basada en la defensa y la difusión de los valores europeos (democracia, derechos humanos), ya no se aplica sistemáticamente; por otro, al no responder suficientemente a los diversos comportamientos amenazadores en sus flancos oriental y meridional, la Unión corre el riesgo de perder su credibilidad en el plano geopolítico. De ahí este llamamiento de Jean-François Drevet a la creación de una seguridad y una defensa europeas que estén a la altura de los retos actuales y que puedan integrar también un componente militar operativo, un hard power que complemente el soft power. S.D.