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La cuestión de la sucesión en Arabia Saudita reviste una gran importancia para los Al-Saudíes, pero también para su aliado americano. Esta cuestión ha sido causa de rivalidades y luchas por el poder en el seno de la familia real saudí en el pasado. La muerte del rey Abdalá el 23 de enero de 2015 y el verdadero «acto de fuerza» que llevó a cabo Salmán bin Abdulaziz al día siguiente de su ascenso al trono saudí marcaron así el regreso con fuerza del clan Sudairi. Un retorno que se manifestó a través de una concentración de poder en manos de este clan y una «neutralización» de los clanes rivales. Esta transición, que tuvo lugar en el contexto de enormes trastornos geopolíticos en la región de Oriente Medio, parece ser problemática y corre el riesgo de exacerbar las luchas fratricidas dentro de los Al-Saudíes. Esto no ha hecho más que reavivar el debate sobre el tema de la sucesión y las rivalidades de poder dentro de la familia Al-Saúd.