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Este artículo se centra en la información y la estrategia digital de Rusia hacia Europa. Estudia su contenido, sus instrumentos, su infraestructura y sus técnicas. Esta estrategia se divide en dos categorías complementarias. Por un lado, la diplomacia pública de los medios de comunicación desplegada por el gobierno está representada por dos redes internacionales multimedia, RT y Sputnik. Movilizando los medios de comunicación antiguos y nuevos, estas organizaciones se ven a sí mismas como fuentes «alternativas» destinadas a influir en las poblaciones europeas desde un discurso soberanista, antiliberal y antiatlántico favorable a los intereses de Moscú. Por otro lado, Rusia depende ahora en gran medida de las redes digitales para influir en la política europea. En un momento en que Estados Unidos cuestiona el papel de Moscú en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016, la atención se centrará en las herramientas económicas, políticas y técnicas de Rusia para ejercer la «ciberinfluencia» en Europa.