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«Se instruyen para vencer» es el famoso lema de la Escuela Militar Especial de Saint-Cyr, que lleva más de dos siglos formando a cadetes oficiales del ejército francés. Vale la pena detenerse y analizarlo. Eso es lo que hacen aquí el coronel Erbland, ahora al mando del primer batallón de Saint-Cyriens, y sus dos adjuntos. Son responsables, entre otras cosas, de algo que realmente no se puede describir en un inventario de formación: la educación en aptitudes para la vida militar. Y sin embargo, es en este aspecto esencial, difícil de normalizar, donde encontramos la formación espiritual que permite llegar hasta el final y vencer.