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Las redes de calor son una herramienta esencial para participar en la transición energética. Desde esta perspectiva, la economía de la funcionalidad puede constituir una nueva oportunidad. Sin embargo, se basa en la definición y la aplicación de lógicas de cooperación entre las partes interesadas para diseñar, producir y evaluar conjuntamente el servicio desde un enfoque basado en múltiples criterios. ¿Cómo se pueden gestionar las redes de calor según los principios de la economía funcional? Para responder a esta pregunta, realizamos veinte entrevistas a agentes clave de las redes de calor, centrándonos en el caso de Lucinges para ilustrar cómo ha integrado los cuatro pilares de la economía funcional. Nuestra investigación nos permite, por tanto, proponer un nuevo modelo económico que permita la implantación de una economía funcional basada en una gobernanza territorial innovadora que vaya más allá de los agentes institucionales y se amplíe, en particular, a los usuarios y ciudadanos. Códigos JEL: L30, O35