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Cada vez que una familia no puede adaptarse a los cambios que surgen dentro de ella, uno de sus miembros podrá desarrollar trastornos para expresar su deseo que se reorganice la estructura de la familia de marras. El consumo de drogas por nuestro adolescente podría inscribirse, en parte, en esta lógica. Permite el mismo, por lo demás, comprender cómo ciertos trastornos psíquicos o del comportamiento se instalan cuando las fronteras intrafamiliares se distorsionan bajo el efecto de la recomposición familiar. El objetivo terapéutico será tratar de modificar el funcionamiento familiar vigente para propiciar el cambio de comportamiento y esperar de rebote conseguir que deje este adolescente de consumir droga.