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Este estudio prospectivo mixto tenía como objetivo estudiar la ciberdelincuencia y las prácticas ocultas entre los adolescentes en conflicto con la ley, comúnmente conocidos como “microbios” en Costa de Marfil. Se trató de una muestra de 38 participantes elegidos mediante la técnica de la elección razonada. Además del estudio documental, los datos se recogieron por medio de grupos de discusión y entrevistas con cada individuo utilizando un cuestionario elaborado a tal efecto. Los resultados mostraron que todos los participantes eran varones, que el 73,68% de ellos no estaba escolarizado y que el 26,32% eran titulados en paro. Las edades oscilaban entre los 15 y los 25 años. Todos ellos habían cometido un delito de robo, el 94,73% de ellos eran autores de agresiones y el 18,42% de estos actos delictivos desembocaron homicidios. En la búsqueda de poderes místicos para apoyar sus actividades de ciberdelincuencia, el 78,95% utilizó los servicios de un morabito, el 73,68% los de un fetichista y el 21,05% los de un vidente o un maestro de una logia mística. Si bien estas prácticas ocultas obedecen al mismo principio, los actos de “zamou” pueden adoptar diferentes formas. Así pues, en función de los objetos o soportes de la práctica del “zamou” y del objetivo buscado, hemos determinado dos tipos principales: los “zamou”, cuyos objetivos principales son embrujar al cliente para coaccionarlo y extraerle dinero sin ninguna resistencia, protección o favor sobrenatural. En segundo lugar, el “zamou superior” o “magia negra”, cuyo principal objetivo es ganar dinero mediante un poder sobrenatural. En la segunda dimensión del “zamou superior”, los objetos necesarios para la realización de estas prácticas ocultas son de origen humano. Esta realidad estaría como trasfondo de la principal causa del aumento de la criminalidad de crápula en la sociedad.