52

En este artículo se presenta el caso de una paciente que padecía un presunto episodio depresivo unipolar con síntomas catatónicos que no respondió al lorazepam intravenoso pero sí a la memantina oral y a la sertralina. Pocos días después de la mejoría de los síntomas catatónicos, como mutismo, posturas y negativismo, la paciente desarrolló síntomas hipomaníacos y fue diagnosticada de trastorno bipolar. Se discuten las bases neurobiológicas de la catatonia, la importancia de herramientas diagnósticas como la Escala de Catatonia de Bush Francis y las opciones de tratamiento, haciendo hincapié en el diagnóstico correcto de las enfermedades subyacentes.