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La digitalización de la economía - así como de la vida cotidiana - ha transformado la división del trabajo entre los seres humanos y las máquinas, destinando a muchas personas a un trabajo oculto, mal pagado o aceptado como responsabilidad del «usuario» de la tecnología digital. Clicando, deslizando, a través de conexiones, perfiles, correos electrónicos y publicaciones, somos participantes más o menos voluntarios en prácticas digitales cuyo valor beneficia a otros, pero poco o nada a nosotros. Hamid Ekbia y Bonnie Nardi llaman heteromatización a este tipo de participación: la extracción de valor económico mediante trabajo barato o gratuito oculto bajo las apariencias de la automatización algorítmica. Aquí exploran los procesos sociales y tecnológicos por los que se extrae valor del trabajo digitalizado.