“Mi pueblo, eres tú” (Is 51,16). El llamado universal a la fraternidad
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La expresión “Pueblo de Dios”, cuyas raíces se encuentran en las Escrituras, aunque expresa el dinamismo propio de la vida de la Iglesia, no apunta primeramente a su comunión interna : concierne a todos los seres humanos. El pueblo de Dios está al servicio de todos los pueblos de la tierra. El artículo estudia en particular la extensión que implica esta nota de la Iglesia a Israel, pueblo elegido de Dios, y al islam.
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