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En Europa, los nuevos programas de protección social ilustran un movimiento actual: el intento de gobernar por la comunidad. Al poner en perspectiva tres estudios de campo realizados con profesionales y voluntarios de apoyo a la parentalidad en Ámsterdam, Milán y París, mostramos cómo se aplica esta forma de gobierno y cómo da lugar a nuevas complicaciones con efectos incontrolables. Más concretamente, mostramos cómo las políticas sociales de proximidad: (1) enredan a los profesionales del bienestar en redes locales complejas, (2) difuminan los límites entre profesionales y ciudadanos, y entre el Estado y la sociedad civil, y (3) se basan en relaciones personalizadas y en el trabajo emocional. La reorganización de la intervención social a través de redes territoriales locales está produciendo un tejido inextricable de redes y asociaciones. Es más, en lugar de crear comunidades resilientes que cuiden de sí mismas, los nuevos programas de protección social implican cada vez a más ciudadanos en la aplicación de los modos de gobernanza dirigidos a ellos mismos. Por último, en lugar de verse liberados de sus responsabilidades en materia de bienestar y protección social del Estado, los profesionales del ámbito local están demostrando ser agentes especialmente eficaces del retorno del Estado social.