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Preservar y aumentar la libertad de decidir y hacer: este es el corazón de la estrategia, el arte de la acción. Los grados de libertad de acción constituyen una verdadera moneda estratégica, que se aumenta o disminuye en el curso de la relación con el adversario. Este dinero debe ser empleado, ya que la abstención disminuye la capacidad de acción; pero sólo existe por los medios concretos de los que dispone el estratega. Esta libertad de acción es fundamental en todos los niveles de las estrategias, y para todas las estrategias.