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Los actores de la salud perinatal se enfrentan ahora a la necesidad de integrar los múltiples registros que entran en juego en el desarrollo del niño en función de los recientes conocimientos sobre la plasticidad cerebral. El cerebro es más receptivo a habilidades específicas durante los «periodos sensibles» de los dos primeros años de vida: después de este periodo, resulta difícil o imposible que la estructura cerebral en cuestión retome un desarrollo normal. La falta o el mal funcionamiento del ajuste ambiental en este periodo es muy perjudicial. Los objetivos del estudio son optimizar las condiciones de acogida del recién nacido y cruzar los puntos de vista sobre el desarrollo temprano con el objetivo de reducir los trastornos posteriores del niño. La creciente y rigurosa colaboración con todos los equipos implicados, y en particular con los pediatras en los últimos diez años, ha permitido desarrollar estrategias innovadoras destinadas a mejorar la continuidad sensorial y emocional de padres e hijos, desde la vida fetal hasta las primeras etapas del desarrollo. En este clima de estrecha colaboración se diseñó el método experimental «postura» del recién nacido: sencillo y reproducible, basado en el sentido común, permite que el bebé tenga una sensación de continuidad en el momento del nacimiento y que exprese muchas habilidades interrelacionales. En situaciones de gran vulnerabilidad psicológica materna, se moviliza un gran número de padres que acude a la consulta de psiquiatría infantil prenatal para tratar este tema. Hicieron el esfuerzo de estar presentes en el posparto y en el seguimiento multidisciplinario de los tres primeros meses, lo que sugiere la eficacia de este enfoque. Esta perspectiva brinda grandes expectativas a la investigación para validar estas líneas de pensamiento a la luz del rápido progreso de la neurociencia. Continuar con el esfuerzo de identificación a través de la difusión de la entrevista prenatal temprana y atender a los recién nacidos a término con el mismo rigor que en la atención al desarrollo de los bebés muy prematuros son retos que deben asumirse junto con los padres, convertidos también en actores del desarrollo de su hijo.