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Actualmente existe un consenso científico sobre la necesidad de fomentar el desarrollo de las prácticas perinatales con el objetivo de prevenir precozmente los trastornos en el desarrollo del niño, lo que implica a las disciplinas somáticas, sociales y psiquiátricas. Queda en manos de cada ámbito, en función del contexto profesional y de los dispositivos de atención, iniciar una dinámica colectiva, sujeta a la iniciativa de los agentes sensibilizados de cada ámbito. De hecho, cambiar el espíritu de un acompañamiento perinatal coordinado no es algo que pueda imponerse desde el exterior. El objetivo es describir una evolución a lo largo de siete años, en cada etapa, y su impacto en las organizaciones asistenciales. La mejora de la colaboración interdisciplinaria, con vistas a desarrollar una cultura común, es el resultado de acciones educativas específicas, que han demostrado su eficacia, y de encuentros interprofesionales promovidos en Francia por una política de redes regionales perinatales. La concienciación del personal sanitario y la confianza que se establece con los padres vulnerables desde el embarazo favorecen la puesta en marcha de la atención temprana al bebé. La creación de un sistema de atención ambulatoria es el resultado de una reflexión colectiva.