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Si el sector del agua se ha convertido, desde los años 1990, en uno de los principales ámbitos de contestación de las políticas neoliberales, con una multiplicidad de luchas por volver a municipalizar el servicio, poco se sabe, sin embargo, del devenir de las empresas públicas que forman parte de este sector. En este artículo se examina el caso de los servicios hídricos de La Paz (Bolivia), donde el acuerdo con un consorcio francés finalizó en 2007 y donde los cortes de agua que afectaron a la ciudad en 2016-2017 se inscribían un contexto particular de refundación del Estado. De hecho, fue en Bolivia donde se produjeron las «guerras del agua», que llevaron al país a profundos cambios políticos con la victoria de Evo Morales en 2005, basados en un programa de reapropiación de los recursos naturales y de refundación del Estado. La crisis hídrica revela tensiones entre centralismo y autonomía de las organizaciones sociales que llevaron al actual presidente al poder, pero también entre niveles de gobierno: autoridades nacionales y municipales, comités instituidos de residentes, ONG internacionales. El análisis de esta transformación de crisis hídrica a crisis política tiene por lo tanto como objetivo contribuir a una sociología de las políticas públicas a través del análisis de la «división del trabajo estatal» y las luchas por el poder del Estado. El estudio realizado entre los principales protagonistas de esta crisis revela un retroceso en los conocimientos técnicos de la ingeniería de Estado, lo que podría obstaculizar la aplicación de alternativas ecológicas.