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La economía francesa, actualmente naturalizada, es una entidad relativamente nueva que se formó paso a paso en la primera mitad del siglo XX. Este artículo recorre la historia de su aparición. Muestra el papel de la disciplina económica y de los economistas para sacarla a la luz y, con ello, proporcionarle mayor protagonismo. Numerosos trabajos realizados en el período de entreguerras intentaron acumular pruebas sobre la consistencia de esta entidad y documentar su naturaleza. Sin embargo, la economía francesa no se constituyó realmente hasta los años que siguieron a la Liberación, cuando se reconoció públicamente y se asoció a una nueva preocupación, la de encontrar los medios necesarios para dirigirla y controlarla. Por último, el artículo muestra en qué medida sirve la formación de la economía francesa para redefinir el Estado, que encuentra en ella un nuevo campo de intervención, una nueva categoría de acción pública, destinada a desempeñar un papel central en la segunda mitad del siglo.