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La digitalización es uno de los retos fundamentales de la formación. En este artículo se repasan las principales formas de digitalización y utilización de los dispositivos digitales, comparando sus condiciones de uso. Los cursos que combinan la enseñanza presencial y a distancia son más eficaces que la enseñanza impartida únicamente a distancia. Como demostración, se propone una clasificación de los dispositivos digitales según los cuatro criterios siguientes: el nivel de interacción, la eficacia, el alcance de las competencias desarrolladas y la capacidad de los alumnos para utilizar los conocimientos adquiridos en contextos prácticos. Esta tipología permite argumentar que, a pesar de la diversidad de herramientas tecnológicas, el blended learning (aprendizaje mixto) o el game based learning (aprendizaje basado en juevos) se ven favorecidos por sus características, como la experimentación o la colaboración. Sin embargo, la eficacia de las herramientas digitales depende en gran medida del respeto de ciertos principios fundamentales que deben integrarse en su diseño y, sobre todo, en la impartición de la formación. En general, el aprendizaje, ya sea en forma tradicional o en línea, es eficaz siempre que se adapte a su público objetivo y se base en una formación humanizada que combine la calidad de la impartición, la interacción y un enfoque reflexivo.