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Contexto: los consumidores de cannabis representan una población heterogénea en constante aumento. Aunque el cannabis es adictivo y tiene efectos adversos para la salud, también se sabe que tiene efectos terapéuticos en muchas afecciones, en especial el dolor y la adicción a otras sustancias. El confinamiento por la epidemia de la COVID-19 provocó, desde que fue anunciado, reacciones de los usuarios y las asociaciones de reducción de riesgos, preocupados por las situaciones de riesgo (estrés y abstinencia). En este contexto, se propuso una encuesta a los consumidores diarios de cannabis para estudiar el impacto del confinamiento en su consumo y salud. Los objetivos específicos de este artículo son describir esta población de consumidores diarios de cannabis, los cambios en el consumo antes y durante el confinamiento y la relación con ciertas características sociodemográficas, conductuales y de salud.Metodología: La encuesta consistió en un cuestionario en línea que se respondió durante el periodo de confinamiento y se difundió en varios sitios frecuentados por consumidores de cannabis. Este cuestionario estaba compuesto por tres partes: perfil sociodemográfico, prácticas de consumo antes del confinamiento y durante este. Se recolectaron datos más específicos sobre la salud de los consumidores, tales como los síntomas de ansiedad, de depresión, el dolor y los trastornos del sueño.Resultados: Se respondieron un total de 4279 cuestionarios de manera completa. La población es mayoritariamente masculina (75 por ciento), joven (edad media de veintisiete años), con estudios (el 84 por ciento tiene el bachillerato) y vive en grandes unidades urbanas (62 por ciento). El estudio de la evolución del consumo de cannabis antes del confinamiento y durante este permite distinguir cuatro perfiles: los que dejaron de consumir (7 por ciento), los que disminuyeron (28 por ciento), los que no cambiaron (29 por ciento) y los que aumentaron (36 por ciento). El aumento es más frecuente en las mujeres, en las personas que viven en grandes ciudades y en quienes almacenaron cannabis en previsión del confinamiento. La interrupción se asocia a una salud deteriorada (ansiedad, depresión, dolor y trastornos del sueño). Los que mantuvieron un consumo estable durante el confinamiento parecían tener menos efectos negativos en su salud.Conclusión: Nuestra encuesta CANNAVID permitió reunir una muestra lo suficientemente grande como para poder describir parte de la población de consumidores diarios de cannabis y los efectos del confinamiento en su consumo y salud. Estos datos preliminares muestran que el confinamiento provocó reacciones y efectos deletéreos, especialmente para quienes abandonaron o aumentaron el consumo.