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El chemsex, el consumo voluntario de sustancias psicoactivas para facilitar, iniciar, aumentar, intensificar o prolongar las relaciones y el rendimiento sexuales, suele implicar el consumo de múltiples sustancias. Entre ellas se encuentran las catinonas sintéticas, la metanfetamina, la ketamina y la cocaína, que pueden inducir trastornos mentales. El objetivo de este artículo es explorar, mediante una revisión de la literatura y los datos clínicos de una consulta especializada, lo siguiente: 1) Las complicaciones psiquiátricas más frecuentemente asociadas al chemsex: abatimiento, síntomas productivos y farmacopsicosis. 2) Las comorbilidades asociadas al chemsex, en particular las más comunes: los trastornos depresivos y de ansiedad, y sus implicaciones para el tratamiento. 3) El papel de los antecedentes psiquiátricos en los usuarios de chemsex, en particular las vulnerabilidades que pueden haber existido antes del consumo de sustancias y sus efectos sistémicos.