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René Girard caracteriza el sacrificio como «violencia sin riesgo de venganza». Es decir, no hay riesgo de venganza interna. Esta definición no se limita al sacrificio en sí mismo, sino que abarca una serie de ritos que proporcionan una salida a la violencia al tiempo que impiden que se extienda dentro del grupo. La venganza externa es «sacrificial» en el sentido de que canaliza la violencia hacia el exterior. Los intercambios agonísticos descritos por Marcel Mauss marcan una nueva etapa: si la rivalidad entre grupos da a la violencia una salida externa, el intercambio agonístico da a esta rivalidad una forma que evita la violencia abierta. Negarse a dar es arriesgarse a ser víctima de la violencia. Sostenemos que el objeto dado funciona como una víctima alternativa, un sustituto sacrificial sobre el que se desvía la violencia. Esta hipótesis arroja nueva luz sobre algunos de los detalles del potlach registrado por Mauss.