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La ambición del proyecto convivencialista es hacer que los seres humanos de los cinco continentes avancemos, individual y colectivamente, hacia más humanidad, mientras cuidamos la naturaleza. Estamos convencidos de que el respeto de los principios que se enuncian en el Manifiesto puede hacerlo posible. Pero para impulsar este respeto, en cualquier lugar del planeta, debemos movilizarnos ampliamente en torno a ellos, en todas partes. Este texto muestra cómo perfeccionar los principios para reforzar su potencial de movilización. En particular, parece necesario establecer lo que quizás sea un principio adicional, el de la verdadera solidaridad entre las naciones. El texto explica brevemente las razones de ello.