39

«Ganar la guerra antes de la guerra» requiere que recuperemos una capacidad de prevención de conflictos que afirme nuestra determinación. Suplantada por las funciones de «intervención» en nombre del deber de injerencia tras la Guerra Fría y de «protección» frente al inexorable ascenso del terrorismo islámico en nuestro entorno inmediato, la prevención no se ha adaptado al nuevo contexto estratégico, marcado por la competencia sistémica entre Estados potencia. Dentro de una estrategia general, la prevención debe ser por tanto más agresiva, más asertiva y proactiva, dirigida a cada uno de nuestros competidores mediante modos de acción civiles y militares, en todos los ámbitos y entornos de conflicto, y mejor compartida con nuestros socios.